Entrevista a María Díaz de la Cebosa, Presidenta de la ONG Cruzada por los niños y CIS University

 ¿Cuál fue el motivo que impulsó a la ONG a iniciar este proyecto?

La ONG “Cruzada por los niños” lleva desde su fundación en 1995 atendiendo a niños y familias que necesitan atención urgente en momentos de conflicto armado, o ante necesidades básicas de ayuda por la situación que afrontan sus países. Así lo ha hecho en la guerra de los Balcanes, en la India, en Colombia, en Mozambique… y ahora ante la guerra de Ucrania.

En este caso el impulso surgió tras una reunión con los pilotos del SEPLA en la que se vio la posibilidad de colaborar para sacar adelante el proyecto.

Hemos contado además con el apoyo de la embajada española en Varsovia, de la Asociación polaca Interkulturalni, de Joanna Furmann, de la embajada ucraniana en España, y de otras personas que nos han prestado una gran ayuda en la organización inicial.

 

¿Qué valoración harías de las dificultades encontradas, y de cómo se han solventado?

A nivel administrativo hemos tenido la suerte de ir completamente respaldados por la embajada, y con todas las certificaciones necesarias para dar seguridad a los refugiados que necesitaban el traslado.

Nos encontramos a la llegada con las lógicas reticencias sobre el viaje a nuestro país, y las condiciones que se iban a encontrar aquí, pero el hecho de haber contado con una asociación polaca de apoyo a refugiados con estos mismos objetivos, así como con colaboradores locales ha sido importante para reducir la incertidumbre que sufrían las familias.

 

¿Cómo vas viendo la adaptación de las familias ucranianas refugiadas, a nuestra ciudad, y a nuestra cultura?

Las familias están muy agradecidas a “Cruzada por los niños” y cada día se sienten mejor en España, pero tienen el sabor agridulce de estar aquí y conocer a su vez la tragedia que sus familias y amigos están sufriendo en su país.

Nuestra ONG logró proporcionarles la estancia en apartamentos independientes dónde pueden preservar la intimidad de sus núcleos familiares.

Conseguir esas viviendas ha resultado una opción difícil de alcanzar, pero mucho más adecuada que la integración en familias españolas, por un tiempo determinado. Esto ha facilitado mucho sus rutinas de organización diaria.

También el hecho de la escolarización de todos los niños desde la primera semana ha sido un elemento clave para ellos.

 

¿Se ha implicado la Universidad? ¿Qué respuesta has tenido por parte de los alumnos y el staff?

CIS University se ha implicado totalmente desde el primer momento.

El alumnado ha desarrollado diferentes proyectos de apoyo tanto para conseguir fondos, como para ayudar en el soporte emocional de las personas. Hay un número altísimo de voluntarios implicados tanto entre el staff, como entre los estudiantes de la universidad.

Las necesidades, en cualquier caso, siguen siendo acuciantes, y en ese sentido seguimos necesitando aunar todos los esfuerzos posibles.

 

¿Te parece que los apoyos, por parte de la Administración, están siendo suficientes para resolver las problemáticas de la acogida de veintiún personas en una ciudad tan complicada como nuestra capital?

Yo creo que sí ha existido una buena respuesta por parte de la Administración.

Por supuesto que nos hemos enfrentado a múltiples problemas organizativos, especialmente en los primeros días de estancia en la ciudad, pero se están resolviendo de forma progresiva gracias a los esfuerzos de todos los implicados.

 

 ¿Cómo están resolviendo los refugiados la comunicación con los familiares que han dejado en Ucrania? ¿Sabéis qué les transmiten sobre la situación del país, y cómo viven ellos esas noticias?

La ONG “Cruzada por los niños” ha facilitado a todas las familias las tarjetas SIM necesarias para poder establecer la comunicación con Ucrania, y las llamadas se realizan de forma gratuita a través de Movistar.

El problema es que es muy difícil para todos ellos asumir las malas noticias que les llegan de su país. La situación no mejora, y ellos han dejado allí a sus madres, padres o hijos, que han tenido que incorporarse al ejército ucraniano, en diferentes labores.

 

¿Qué tal está resultando la adaptación de los niños a los colegios dónde se les está escolarizando?

El hecho de haber conseguido escolarizar a todos desde la primera semana de la llegada a Madrid, a jornada completa, ha sido un elemento clave para la adaptación de los niños.

Se han integrado muy bien, y la labor del colegio Madres Mercedarias de D. Juan de Alarcón está siendo ejemplar. Se han incorporado a un aula de enlace, y hemos tenido la suerte de que ya hubiera algún otro alumno ucraniano en el mismo centro con conocimientos de español.

Además de su jornada escolar los viernes por la tarde les ofrecemos, desde la ONG, actividades extraacadémicas de pintura con la artista polaca, Izabella Jagiello, y los sábados por la mañana asisten a clases en una Escuela ucraniana de Madrid.

 

¿El desconocimiento del idioma español, está suponiendo una traba importante para la adaptación?

Somos muy conscientes de que el conocimiento del lenguaje del país en el que resides es una pieza clave de tu integración en el mismo, y en aras de facilitarles esa imprescindible comunicación, la Universidad ha organizado unos cursos intensivos de español de tres horas diarias. Todos los adultos están acudiendo y su evolución está siendo muy rápida, llegando ya a decir frases sueltas en nuestro idioma.

 

 ¿Hasta dónde va a poder llegar el apoyo de “Cruzada por los niños” hacia las familias acogidas?

“Cruzada por los niños ha adquirido con estas familias un compromiso integral.

No se trata sólo de permitirles escapar de la guerra, y traerles a España, sino que buscamos facilitarles al máximo su adaptación al nuevo entorno, y proporcionarles una acogida verdadera que atienda todas sus necesidades.

Nuestro objetivo final es que puedan rehacer su vida, y que cuando vuelvan a su país sepan regenerarlo desde el Bien, con la misma entrega y compromiso que ellos han recibido de nuestra parte.